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Siempre tras la hidratación y tras la correcta aclimatación, si se ha procedido a realizar una desinfección de la hueva, debe asegurarse de que quede perfectamente libre de restos de desinfectante en el momento de ser colocada para la eclosión. La exposición prolongada a estos productos puede ser toxica y por lo tanto perjudicial para el embrión y posteriormente para la trucha. 

A partir de este momento los peces van a vivir una de las fases más crítica de su vida: la eclosión, la reabsorción de la vesícula vitelina, el despegue del fondo y el inicio de la alimentación. 

Para que todo se desarrolle bien es imprescindible tener una buena calidad de agua y suficiente cantidad


La calidad del agua la conoceremos por sus cualidades físicas, químicas y microbiológicas.

Incubar con agua de manantial no siempre es garantía de calidad de agua. A veces es cierto esto, pero no siempre. El agua de manantial suele garantizar una falta de materia en suspensión, lo cual es bueno, y también suele garantizar la regularidad de la temperatura. Pero hay que tener en cuenta los factores descritos.

Preparación de los huevos para la eclosión: 

Independientemente del sistema que se use, es recomendable colocar la hueva extendida en una sola capa, sin amontonamientos y asegurar un correcto caudal que transporte oxígeno por toda la superficie y evitar así zonas sin renovación. 

Por otra parte, también se han utilizado para nuestras huevas otros sistemas como los incubadores verticales, que siendo bien utilizados han dado buenos resultados.

Un buen sistema es colocar los huevos en bandejas de incubación de fondo plano y rígido. Puede ser de plástico duro o de aluminio marino perforados con agujeros de 1 milímetro de diámetro.  Se debe evitar materiales galvanizados, zincados y otros metales que podrían resultar peligrosos para los huevos.

Algunos piscicultores utilizan perforaciones alargadas en los fondos (aproximadamente 3 x 12 milímetros) que mantienen al huevo en un compartimento superior y cuando estos eclosionan, la larva cae, dejando sobre la bandeja los huevos no eclosionados. 

Este sistema es bueno siempre que el alevín al nacer caiga sobre otra bandeja con perforación de 1 milímetro y lo mantenga con una buena oxigenación; evitando así la muerte de alevines que se produce con el amontonamiento en determinadas zonas de la pila de incubación. 

Una vez que los peces absorban prácticamente todo el saco vitelino y cuando estos comienzan a nadar separados del fondo, es el momento de iniciar la alimentación y de pasarlos a las pilas de alevinaje. Tiene que haber un porcentaje alto de peces que flotan no es conveniente alimentar.

Es recomendable mantener tanto a huevos como alevines en penumbra y tranquilos, hasta la reabsorción de la vesícula vitelina.